Por la caída de la producción y el consumo, las industrias metalúrgica, naval y textil presentan un alarmante panorama en Mar del Plata. Crecen los despidos por goteo en el comercio y la gastronomía. Advierten que, en general, los puestos que se pierden "no se cubren".
| Por Gonzalo Gobbi
Despidos por goteo, suspensiones, reducción de jornadas laborales, quita de horas extra, problemas para pagar el aguinaldo y retiros voluntarios son síntomas que crecen y se propagan en Mar del Plata como consecuencia de la recesión económica y la caída del consumo y la producción. Mientras que en la administración pública, según los gremios estatales, se contabilizan más de 150 despidos a nivel local, en el sector privado se agrava el impacto de la crisis.
Un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) relevó casi 170.000 despidos en el sector privado y cerca de 30.000 en el Estado a nivel nacional en los primeros cinco meses del gobierno de Javier Milei, es decir, unos 200.000 en total. Mar del Plata, naturalmente, no ha salido ilesa de este ajuste y registra un brusco incremento de despidos en múltiples actividades.
Referentes locales de varias de las industrias y actividades más pujantes de la ciudad coinciden en que los despidos por goteo se han vuelto una constante en estos últimos meses, con una doble complejidad adicional, propia del delicado panorama laboral: en general, los puestos que se pierden “no se cubren”, y “es baja o casi nula” la demanda de empleo. Así, quien se queda sin su fuente de trabajo, no encuentra rápidamente otro empleo.
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El desempleo en Mar del Plata fue del 5,9% en el primer trimestre del año y afectó a unas 19.000 personas. La subocupación (personas ocupadas que trabajan menos de 35 horas semanales) llegó a 12,3% y alcanzó a 41.000 marplatenses.
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Dirigentes gremiales afirman de antemano que la próxima medición del INDEC expondrá un segundo trimestre con un panorama aún más complejo en materia de empleo. Pero más allá de los números y las estadísticas, lo que preocupa es la realidad social y económica de esos trabajadores y trabajadoras que pierden su empleo.
En el sector público, según los gremios, hubo a nivel local 26 despidos en Anses, más de 30 en el Inidep, unos 18 en el Enacom, y otros en el Conicet, el Inadi y otras áreas, en función del recorte aplicado por el Gobierno nacional.
En el sector privado, por la caída de la producción y el consumo, las industrias metalúrgica, naval y textil, como así también el comercio y la gastronomía, como así también otros sectores, presentan un alarmante panorama que se agrava mes a mes, con más personas despedidas en Mar del Plata.
José Luis Rocha, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), señaló a LA CAPITAL que en las fábricas y los talleres de Mar del Plata se registran “despidos por goteo”, como así también suspensiones y acuerdos de retiro voluntario, situaciones que, con sus matices, derivan en “más trabajadores que se quedan sin su fuente de trabajo”.
En los primeros meses del año, la UOM contabilizaba a 80 trabajadores despedidos. “Esa cifra creció y hoy tenemos más de 120 despidos. Para una ciudad como la nuestra, es un número muy alto”, indicó el dirigente, quien además es secretario general de la CGT Regional Mar del Plata.
“Se están produciendo despidos porque la industria está planchada en Mar del Plata. Las mismas cámaras vienen reafirmando lo que anticipábamos hace varios meses, con una fuerte caída del consumo y de la producción en general”, dijo.
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De manera informal, algunas empresas hablan de “aguantar uno o dos meses más”, aunque sin señales ni perspectivas de reactivación económica en el corto o mediano plazo.
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En algunas empresas metalúrgicas, como el caso de Eskabe, se acordó el mes pasado la suspensión del personal por tandas, es decir, primero a una parte del personal y luego otra. Las suspensiones comenzaron en julio y continuarán en agosto y septiembre. Las ventas de la empresa cayeron un 50% y se desmoronó la producción.
No es el único caso donde se aplican recortes. Quiromed, otra empresa metalúrgica que produce equipamiento médico, “está buscando reducir de dos turnos a uno para ahorrar energía”, y si bien la intención sería mantener las fuentes de trabajo, “la situación está complicada” y crece la incertidumbre.
“Algunas empresas empiezan a aplicar la media jornada, porque no pueden pagar los sueldos, y se reduce la jornada de trabajo”, señaló Rocha, quien aseguró que “cada día hay más señales de la crisis y los errores que está cometiendo el Gobierno, que ahora vuelve por ejemplo a proponer los ticket canasta como en el 2001”.
Dentro del Parque Industrial “General Savio”, hasta el momento la única empresa que aplicó una fuerte reducción del personal ha sido Pepsico, que despidió a más de 35 trabajadores en los últimos meses, situación que llevó a una paralización de la planta con protestas en su interior. La tensión se mantiene dentro de la fábrica. En otras firmas, hay preocupación por la baja en la producción.
En tanto, la industria naval presenta un complejo panorama que hace tiempo viene encendiendo las alarmas de los principales astilleros en el puerto de Mar del Plata.
En el sector se registra la pérdida de alrededor del 25% de los puestos de trabajo, a partir de la fuerte caída de los contratos para reparar y, sobre todo para construir nuevos barcos, en una industria que en los últimos años venía tenido un exponencial crecimiento y desarrollo, tanto de su actividad como en materia de empleo.
Desde el sector naval, además, solicitan diseñar estrategias para resguardar a las pequeñas y medianas empresas, a partir del impacto que, según estiman, podría tener el Régimen de Inversiones para Grandes Inversiones (Rigi).
En el Puerto, a su vez, algunos sectores, como los obreros del pescado, nucleados en el SOIP, vienen sufriendo complicaciones laborales en su actividad. En este caso no precisamente por la crisis, sino por los barcos que van a pescar más hacia el sur y se reciente la actividad en tierra. En definitiva, se ve afectado el trabajo.
Por su parte, la industria textil también viene registrando una reducción de personal en algunas de sus fábricas locales.
Se estima, aunque hasta el momento no hay cifras oficiales, que se produjeron al menos 30 despidos en la actividad. Los recortes en distintas fábricas se dieron como consecuencia de la baja en las ventas, a partir de lo cual la producción registró una caída del orden del 15% en los primeros meses del año.
Recientemente la Cámara Textil impulsó la “Semana del Pulóver“ con la intención de potenciar las ventas en esta época del año y reivindicar a Mar del Plata polo productivo de las prendas de abrigo.
Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción de indumentaria se retrajo 7,4% anual en junio y -4,3% frente a mayo. Para el primer semestre del año acumula una caída de 2,7%. Las industrias operaron con 63,3% de su capacidad instalada, por debajo del mes pasado (71,5%).
A nivel nacional se detectaron más cierres de empresas, y un incremento en el temor por la pronta liberación de importaciones, de acuerdo con algunos anuncios oficiales.
Los comercios marplatenses vienen registrando despidos por goteo en los últimos meses, en medio de un escenario complejo para las pequeñas y medianas empresas del sector, con locales que cierran, emprendimientos que reducen personal y un nivel de ventas que acumulan 16 meses consecutivos en caída.
Además, de acuerdo a un relevamiento reciente de la Unión del Comercio la Industria y la Producción (UCIP), el 4,7% de los comerciantes de los principales rubros está evaluando achicar su plantilla de trabajadores en los próximos meses.
Si bien el Sindicato de Empleados de Comercio decidió en la actualidad no emitir opinión públicamente sobre la situación del cierre de locales y los despidos en el sector, en los últimos meses el gremio comunicó que a partir de la crisis económica y la brusca caída del consumo, comenzaron a producirse despidos “por goteo” en comercios de la ciudad, y advirtieron que en algunos rubros es “contundente” la pérdida de puestos de trabajo.
De todos modos, el gremio mercantil mostró optimismo y entusiasmo por las “nuevas fuentes de empleo” que se abren a partir del desembarco de empresas como Coto y otras cadenas que abren sucursales en la ciudad.
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La UCIP relevó recientemente más de 200 locales cerrados en los centros comerciales a cielo abierto. La tasa de desocupación de estos establecimientos alcanzó un promedio del 8,21%, similar a los registros de 2022 tras lo peor de la pandemia.
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En el centro, según la CGT Regional Mar del Plata, es donde más se advierte esta situación, lo que conlleva a trabajadores que se quedan sin su fuente de trabajo. Algunos encuentran otro empleo, pero otros “quedan fuera del sistema”, comentó el secretario general, José Luis Rocha.
A su vez, muchos comercios registraron dificultades para cumplir en tiempo y forma con el pago del aguinaldo. En algunos casos hubo retrasos y en otros, también, pago desdoblado.
Si bien los fines de semana largos y las vacaciones de invierno han dado un cierto “respiro” a la actividad gastronómica y hotelera local, la retracción del consumo viene impactando de lleno en el sector y esto repercute en el empleo.
En ese sentido, UTHGRA Mar del Plata viene exponiendo en los últimos meses una fuerte preocupación por la profundización en la caída del consumo. El sindicato advirtió que se vienen produciendo “despidos por goteo”, sobre todo en la gastronomía.
“Poco a poco se advierten despidos por goteo en un sector que hasta hace unos meses no había sufrido muchos despidos”, sostiene el sindicato.
Para el secretario general, Pablo Santín, la situación se produce directamente como consecuencia del “brutal ajuste que se está haciendo” desde el Gobierno nacional y que “afecta al turismo, perjudica a Mar del Plata y daña al trabajo en esta industria, que viene sintiendo el efecto con despidos por goteo y una pronunciada caída del consumo”.
Pero no solo el sindicato expresó su preocupación en este sentido. Tras la última temporada de verano, la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica emitió un comunicado en el que alertó sobre un “panorama sombrío para los próximos meses” en el sector.
Los últimos fines de semana largos, al igual que las vacaciones de invierno, se caracterizaron por un consumo “moderado” y una caída en el nivel de arribos, según los empresarios. Por ejemplo, la ocupación durante el receso invernal fue del 50% y calificaron al consumo como “muy cuidado”.
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En estas vacaciones de invierno, muchas familias que viajaron a Mar del Plata resignaron alojarse en un hotel y optaron por alquilar un departamento para “cocinar y ahorrar gastos, como el almuerzo y la cena”.
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Algunos establecimientos, lamentaron desde la Asociación en su momento, “no podrán resistir ni afrontar sus obligaciones y terminarán cerrando sus puertas“, con todo lo que ello implica en el incremento del desempleo. “Creemos que dicho panorama se agravará en el próximo tiempo”, habían anticipado. Si bien no se registraron cierres, el consumo, la rentabilidad y el empleo están “muy tensionados” en la gastronomía marplatense.
Por su parte, en la actividad que engloba a las panaderías, por el momento no se registran despidos masivos, pero sí un fuerte incremento de la informalidad laboral y el recorte de horas de trabajo.
Matías Coronel, secretario general del Sindicato de Panaderos, refirió en este sentido que, de acuerdo a un reciente informe del Observatorio que depende del área gremial, “no se advierten despidos masivos ni cierre de empresas” pero “sí tenemos un marcado crecimiento del empleo sin registrar”.
En las panaderías marplatenses, el empleo sin registrar alcanza hoy el 40%, mientras que el empleo precarizado o con media jornada llega al 20%, a la vez que en muchas empresas se dejaron de pagar feriados y horas extra.
A su vez, el mes pasado surgieron problemas en el pago del aguinaldo, “situaciones que repercuten de lleno en la familia panadera”, indicó el secretario general.